Tenía tiempo libre y decidí aprovecharlo en algo útil y positivo, así que dedicarme al activismo pro-defensa de una buena causa, me pareció la mejor opción. Recurrí a uno de mis antiguos maestros de facultad, que por aquel entonces era un joven y prometedor profesor numerario del que anduve enamoriscada, para que me introdujera en el grupo de trabajo. Juanjo, que andaba ahora rozando la edad de jubilación, recibió mi petición con gran alegría y entusiasmo.
-Siempre es bien aceptada cualquier ayuda ?me dijo cuando hablé con él por teléfono.
Así que al fin estoy aquí, integrada en este colectivo y en los instantes previos a la conferencia que dará un co...
más información