Estos son solo pasos de un peregrino errante.Los caminos que no me pertenecen, Las palabras prestadas que los días dejaron en mi oído.Ángeles Mora
Nos cruzamos en la escalera del albergue, me llama la atención su forma de bajar, estudiando cada paso, como si siguiera un manual de instrucciones. Un peldaño, stop, colocar un pie junto a otro, stop, nuevo peldaño, de nuevo stop. Cada movimiento asegurado con la mano firme en la barandilla. ¿Cuenta los pasos?, ¿los escalones?, ¿los centímetros de barandilla recorrida?
Llega a tierra firme, fin del peligro, aun así, permanece con las piernas flexionadas. Entonces reparo en sus botas, unas botas altas de montaña qu...
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