Hay películas que no pasan de moda, que se convierten en clásicos que siempre te apetece ver. Como esta, que da de sí mucho más de lo que una se imagina, porque tiene de todo: ritos, besos, vestidos, flores, amoríos, desamor, abandonos, búsquedas, fiestas, música, amigos, familia, sombreros y lluvia. El protagonista de la historia es Charles, un soltero a quien no hay forma de pillar y que conoce en una boda, la primera de las cuatro, a una chica americana, llamada Carrie. Bueno, Charles es un inglés típico, elegante, atractivo, despistado y que sabe vestir el chaqué. Las bodas inglesas, con sus chaqués y sombreros, son maravillosas, mientras que las americanas, con el...
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