Así fue. Muy temprano, casi al alba, como si fuéramos bandidos que tuvieran que buscar su recompensa, escondida en alguna lámpara maravillosa, en algún lugar lejano y desaparecido del mapa, en algún horizonte incomprensible...Muy temprano, a la hora de la gente del campo, como cuando era niño y se sentaba debajo de un olivo a esperar el vareo, a comerse una naranja y un trozo de pan, a sufrir el frío y la tormenta, a esperar que parara el susurro indiferente de la lluvia...Era muy temprano. Nos adentramos en la incipiente amanecida con toda la intención. Subimos a un tren. El tren era de color de la plata y llevaba asientos azules, de esos que ya no se estilan, de esos qu...
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