"Al ascender por el sinuoso sendero que conduce a las cuevas del Monte Carmelo en el Israel de hoy, se puede percibir el majestuoso paisaje que debió de rodear este lugar en la prehistoria. El clima mediterráneo debía de ser agradable durante todo el año, con variaciones moderadas de temperatura. El arroyo que discurre por las montañas en el verde valle contiguo debió de ser una fuente de agua potable. Los bosques junto a la cordillera debieron de ser propicios para cazar ciervos, gacelas, rinocerontes y jabalíes, y en las tierras salvajes, en las áreas abiertas junto a la llanura costera y las montañas de Samaria debieron de crecer variedades prehist...
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