A mí me gusta mucho Jesse Eisenberg. Considero que es un gran actor. No es físicamente ostentoso ni llamativo y tiene siempre un aire bastante perdido, como si no supiera donde ir. En "Una historia de Brooklyn", de 2005, dirigida por Noah Baumbach, hacía de muchacho hijo de padres separados, que adora a su padre, odia a su madre y no sabe qué hacer con su vida. Con Woody Allen trabajó en dos películas, pero fue en "Café Society" donde su papel quedó más lucido, aunque siempre arrastrando esa indecisión que parece marca de sus personajes. Es un gran actor, en todo caso, un actor invisible a veces y otras veces terriblemente presente.
En "Resi...
más información