Entre las preocupaciones de D. H. Lawrence, que incluye siempre en sus obras, están las diferencias sociales que generan distorsiones en las relaciones humanas. Él mismo vivió en su propia casa la distancia cultural entre un minero sin instrucción y una maestra, lo que fueron sus padres. Esas diferencias las expresa en otros de sus libros. En "El amante de Lady Chatterley" la pasión surge entre la señora de la casa, Connie Chatterley, y su guardabosques, Mellors. Y en "Mujeres enamoradas" las diferentes clases sociales de las hermanas Brangwen y los hombres a los que aman, Birkin y Gerald Crich, las martirizan a las dos secretamente. Hay una escena, en este último libro, e...
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