Abro los ojos pero no veo nada, tan sólo oscuridad. Intento moverme, pero mi cuerpo no me responde. Intento gritar, pero el sonido queda ahogado en algún resquicio de mi garganta. Tras comprobar que es inútil, trato de recordar qué me ha llevado hasta allí. No lo consigo, pero a cambio me llevo un fuerte dolor de cabeza. Noto las gotas de sangre deslizarse por mi sien y mi mejilla, hasta terminar de perderse en este vacío.Veo el mar, es de noche, creo... Sí que lo es. La luna brilla, alta, rodeada de estrellas. Pero a mi lado hay una inusitada claridad... Escucho un cántico a lo lejos.Salgo de mi pequeño sueño, ese mismo dolor agudo ha vuelto a mi cabeza. ¿Acabo de recordar ...
más información