Solo nueve días. Solo nos separamos nueve días. Era ya el mes de julio y había que cumplir con la familia. Cada uno con la suya. Aún nos era extraña la del otro. Solo hacía un par de meses que nos conocíamos. Era suficiente. Un tiempo suficiente para saberlo todo. Para intuir el resto. Para desear no separarnos nunca. Pero ese primer verano hubo un pequeño paréntesis, un tiempo en que pudimos notar la distancia y desear que no existiera. Qué milagroso todo...El encuentro, las frases, las miradas, la hora, el descubrirse...
¿Quién es la chica rubia que pasea por la playa? La playa está desierta y ella plena. Mueve los pies sobre el fondo arenoso, busca explicacio...
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